martes, 9 de febrero de 2010

¿Se viene el negocio del software de segunda mano?

Al menos en Europa, parece que sí. La empresa usedSoft, por ejemplo, vende licencias a un precio hasta un 50% inferior al precio del producto nuevo. El ahorro para los clientes oscila entre el 20 y el 50%, según la actualidad del software. Para que sea legal, el vendedor da al cliente una garantía de que es el propietario legal de las licencias, que ha borrado todas las copias vendidas y que no las utilizará más en el futuro.

Contrariamente a muchos otros productos, el software no se desgasta. Una licencia usada tiene para el comprador el mismo valor que una nueva – con la diferencia de que el comprador la compra a un precio mucho más económico.

Ese potencial de ahorro también ha convencido al gigante europeo de comercio al por menor Edeka: “Cuando se tienen tantos puestos de trabajo como en nuestro caso, no siempre es juicioso comprar el software más actual ni tampoco es absolutamente necesario”, explica Ralf Klement del grupo Edeka, que asegura haber ahorrado un 66% comprando software usado.

La idea de comercializar licencias de software que ya no se necesitan es originaria de Alemania. usedSoft fue uno de los primeros proveedores en establecer en este país, en 2003, el mercado de segunda mano. No obstante, el modelo ha tenido resonancia en varios otros países europeos.

Pero no sólo las empresas, también las autoridades deciden cada vez más adquirir software a precios tan competitivos. “El municipio de Munich no ve por qué debería pagar por el software más de lo necesario”, explica por ejemplo Christian Ude, primer alcalde de la capital bávara. “Un ahorro de más del 50% con respecto al precio del producto nuevo es un argumento más que convincente”.

Las licencias de usedSoft incluyen no sólo versiones que actualmente están en el mercado sino además antiguas que el fabricante ya no distribuye. Es que para muchos clientes la versión más actual de un software requiere un tiempo de adaptación e implica un aumento de los requisitos de hardware. En algunos casos el software utilizado no es compatible con el nuevo producto. En esos casos adquirir una versión conocida y que ya ha demostrado su funcionalidad es una verdadera alternativa. Pero como éstas a menudo ya no son distribuidas por el fabricante, las licencias usadas son la única posibilidad.

Las fuentes por las cuales usedSoft obtiene sus licencias son variadas: insolvencias, ceses de negocio, reestructuraciones, cambios de sistema: se produce un exceso de licencias, entre las que se encuentran también licencias actuales.

Convertir gastos en valores
Muchas empresas se están dando cuenta de que en sus equipos duermen verdaderas joyas. Tras cambios estructurales, el software comprado por mucho dinero se vuelve superfluo y se deja de utilizar.

Vendiendo sus licencias sobrantes las empresas pueden transformar capital fijo en recursos líquidos. Al fin y al cabo, a nadie se le ocurriría llevar un coche antiguo directamente al desguace tras comprar un coche nuevo. Entonces ¿por qué iba a ser distinto tratándose de licencias de software cuyo valor a menudo sobrepasa con creces el de un coche?

Seguridad mediante constancia notarial
El comercio con licencias usadas se basa en el principio de agotamiento vigente en toda la Unión Europea. En virtud del mismo, el derecho de difusión del fabricante de software se agota desde el momento en que éste pone en venta el producto por primera vez y que el primer adquisidor lo compra. Este principio fue extendido en la Unión Europea expresamente al software ya en 1993 sobre la base de una normativa de la UE y es válido en todos los Estados miembros.

“Con la primera venta de la copia de un programa en la Comunidad (Europea) (...) se agota el derecho a la difusión de dicha copia en la Comunidad (Europea)”, explica el catedrático Friedrich Rüffler de la Universidad de Salzburgo, uno de los expertos más eminentes de Europa en derecho de la competencia. En otras palabras, eso significa que el software usado puede ser revendido dentro de la UE sin que el fabricante del software pueda impedirlo y sin necesidad de su autorización previa. Rüffler explica más adelante que para ello no tiene por qué ser entregado un soporte informático. La normativa de la UE “no presupone que un soporte tenga necesariamente que ser entregado (…) El hecho de que el software esté integrado o no en un soporte informático es indiferente“. Esto también ha sido confirmado por los tribunales alemanes.

Además, usedSoft facilita a sus clientes la firma de un notario que garantiza la seguridad jurídica de la transmisión de las licencias. El vendedor remite previamente una declaración que garantiza que es el propietario legal de las licencias, que ha borrado todas las copias de las licencias vendidas y que no las utilizará más en el futuro. De esta forma la cadena de las transferencias de las licencias a partir del fabricante o del comerciante autorizado es siempre transparente. Además ello demuestra que el comprador es el único usuario de las licencias – factor irrenunciable en lo que respecta a los derechos de autor. “Como bufete de abogados estamos plenamente familiarizados con la materia de los derechos de autor y del principio de agotamiento. Y sabemos que con usedSoft hemos encontrado un socio digno de confianza“, explica Jens Röhrborn, socio gerente del bufete de abogados Holme Roberts & Owen LLP que opera a nivel internacional.

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