jueves, 3 de febrero de 2011

Gartner: “Si Page quisiera ser CEO en otra parte, no podría”


Eric Schmidt, quien fue contratado como CEO de Google en 2001, será reemplazado por el co-fundador Larry Page a principios de abril. Por su parte Schmidt, como presidente ejecutivo, se centrará en iniciativas externas tales como clientes, reuniones con organismos regulatorios y la negociación con partners. Mientras que Sergey Brin, el otro fundador, se centrará en “proyectos estratégicos” y, sobre todo, en nuevos productos. Los analistas se preguntan ¿a qué viene este cambio? ¿Está tratando Google de arreglar algo que presuntamente no está roto? ¿Podrá Page con semejante responsabilidad?

El objetivo final, según señalaron los tres protagonistas en una conference call con periodistas norteamericanos, es agilizar la toma de decisiones e hicieron hincapié en que Larry Page (38 años) está totalmente preparado para ser CEO. Según declararon, el cambio “mejorará los ya sólidos resultados financieros de Google, la innovación tecnológica y el crecimiento del negocio”. “Creo que Larry está listo”, comentó Schmidt en dicha ocasión. “Sus ideas son muy interesantes e inteligentes y es el momento de que tenga la oportunidad para hacer funcionar todo esto”. Page a su vez elogió el liderazgo del ahora ex CEO durante casi una década, y añadió que sus consejos como presidente ejecutivo serán de gran valor. “Los resultados hablan por sí mismos”, apuntó. “No hay nadie más en el universo que pueda lograr los que Eric ha conseguido”.

Sin embargo, los analistas tienen dudas. Se preguntan si Page estará a la altura para dirigir una empresa tan grande, poderosa y cada vez más diversa. “Supongo que la pregunta es si ser el CEO de Google es lugar adecuado para comenzar su entrenamiento ejecutivo. Puedo decir con seguridad que si Page fuese a solicitar el puesto de CEO a cualquier otro lugar, no lo conseguiría”, apunta Allen Weiner, analista de Gartner.

Cuando Schmidt se convirtió en CEO hace casi una década, Google era una prometedora pero pequeña compañía privada enfocada exclusivamente al buscador web, sin mucho más modelo de negocio del que hablar. Y es que, fue creada y liderada hasta entonces por Page y Brin, dos brillantes estudiantes de posgrado de la universidad de Standford con muy poca experiencia en gestión empresarial.

Schmidt, quien anteriormente fue CEO de Novell y CTO de Sun, ha sido la cara pública de Google gracias a su calma y su conducta relajada, mientras que la compañía se regía como un triunvirato con Page y Brin. Con los años, Schmidt ha ayudado a Google, fundada en 1998, a convertirse en una de las más grandes, exitosas e influyentes compañías que cotizan en bolsa en todo el mundo. “Schmidt tiene una gran trayectoria y ha dirigido Google con un gran éxito”, destacó Ray Valdés, otro analista de Gartner.

Valdés se pregunta además si lo que realmente ha pasado detrás de las cámaras es que Schmidt ha dimitido voluntariamente como consecuencia de la fatiga después de una intensa década, y que Page se hará cargo hasta que se encuentre un nuevo líder.

El analista y editor Danny Sullivan tiene un pensamiento muy similar al de Valdés. “Los dos fundadores no son muy apropiados para diversos eventos como ofrecer entrevistas a la prensa o conferencias. Y es que, parte de la función de Schmidt ha sido el ser la cara de confianza de Google para estas cosas. Pero haber tenido ese papel puede haberse cobrado un caro peaje”.

Nadie es perfecto
Sin embargo, Steve Arnold, analista de la firma ArnoldIT, ha criticado a Schmidt por haber dejado a Google demasiado dependiente de la publicidad del buscador. “No ha diversificado sus fuentes de ingresos de una manera significativa”.

Arnold también encuentra fallos en los comentarios públicos del CEO de Google durante 10 años alegando que en ocasiones ha alimentado controversias existentes. Además, va más allá y señala que la compañía ha tenido problemas para retener empleados con talento, dejándolos ir a Facebook y a nuevas empresas prometedoras.

Pero, a pesar de que Google sigue generando la mayor parte de sus ingresos de publicidad en sus páginas de resultados y sitios web asociados, la compañía ha extendido sus alas durante el mandato de Schmidt. Comenzó por complementar su servicio de búsqueda con otros servicios on line para consumidores, en ocasiones en mercados ya establecidos, como lo hizo con Gmail en 2004.

También se ha convertido en un actor clave en el mercado de la movilidad con su plataforma Android y con versiones móviles de sus diversos servicios y aplicaciones. Así, la compañía ha entrado en el mercado del software empresarial con Google Apps y su navegador Chrome, y su sistema operativo podría convertirse en un nuevo proveedor de informática personal.

Un gran reto para Page será luchar contra la gran influencia que ejercen los sitios de redes sociales como Facebook y Twitter, que han invadido parte del territorio de Google, tanto en publicidad como en difusión de contenidos on line. Y es que, “una de las cosas que faltan en la estrategia de Google ha sido el componente social”, declaró Weiner. “Creo que la capacidad de moverse hacia una importante estrategia de redes sociales puede ser más fácil para un CEO más joven”. De hecho, el fracaso en este campo puede haber sido provocado en parte por el CEO.

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