En los tiempos de Windows®, las versiones preliminares del producto seguían una progresión bastante estándar. Primero teníamos las versiones alfa, que se usaban de forma interna y, posiblemente, se compartían con partners de desarrollo de software ajenos al equipo del producto de Windows.
Después de las versiones alfa, naturalmente, vienen las versiones beta, que se envían a una audiencia algo más amplia. Una diferencia principal entre los usuarios de las versiones alfa y beta es que las versiones beta incluyen a personas que no son desarrolladores de software, como usuarios finales a los que les gusta probar software aún no comercializado y empresas que desean avanzar con la evaluación del nuevo sistema operativo para determinar la compatibilidad del producto nuevo no sólo con sus aplicaciones internas críticas, sino también con la red corporativa, las configuraciones estándar de hardware y las herramientas de administración del sistema.
Finalmente, tenemos las versiones "release candidates", o RC. Estas son las versiones del código candidatas para el lanzamiento final. Es decir, si todo va bien, estas son las versiones que acaban en el mercado. Si se encuentra algún error horrible que anula esta esperanza, tan pronto como se corrige el error, se crea otra versión RC y se vuelve a iniciar el ciclo de pruebas. Windows 95 se lanzó al mercado en su sexta versión RC.
Me han dicho que el equipo de Windows NT® siguió el mismo método de nomenclatura, pero encontraron un problema: las empresas no se molestaron en probar sus aplicaciones críticas con las versiones beta de Windows NT. La lógica aplicada fue algo así: "¿Para qué molestarnos? Es sólo una versión beta. Las versiones beta son para aficionados. Todo será diferente en la versión final de todos modos. Las pruebas que realicemos ahora serán una pérdida de tiempo."
De forma similar, las empresas de software no prestaron atención a los problemas encontrados durante las pruebas de la versión beta de Windows NT. "No disponemos de compatibilidad para sistemas operativos beta", dijeron.
Estas compañías empezaron a realizar pruebas en serio cuando salieron las versiones RC e, inevitablemente, encontraron gran cantidad de problemas. Algunos eran problemas que las compañías podían resolver por su cuenta, pero había cuestiones más complejas, relacionadas con el hecho de que Windows NT no era "lo suficientemente compatible" con la versión anterior del sistema operativo. Había problemas secundarios de funcionamiento de características concretas; algunos de estos se podían corregir en plazos de tiempo breves. Pero algunos problemas eran tan críticos que había que posponer el lanzamiento del producto para que el equipo pudiera resolverlos.
Las versiones RC generaron también muchas sugerencias. Recibimos comentarios como: "Pensamos que la interfaz del usuario tendría un aspecto mejor si se organizasen los botones de este modo" o "Se podría escribir este mensaje de otra forma para que resulte menos confuso para los empleados". Estas habrían sido sugerencias maravillosas si hubieran llegado durante la fase beta pero, cuando se lanza la primera versión RC, ya es demasiado tarde para empezar a hacer cambios en el diseño de la interfaz. Para entonces, los archivos de ayuda y la documentación ya se han escrito, el producto se ha traducido a docenas de idiomas y se han diseñado y retocado las capturas de pantalla para el manual y la caja del producto que, seguramente, estarán en proceso de impresión o incluso habrán acabado de imprimirse. Todo este trabajo no se puede echar a perder para mover un botón.
Recuerdo una reunión durante la era de Windows XP en que se discutía uno de estos cambios de última hora. El cambio propuesto habría requerido que un archivo de ayuda de 20 KB se modificase para que las instrucciones coincidieran con la nueva interfaz de usuario. El representante de localización y traducción nos informó de que volver a traducir el archivo de ayuda modificado con restricciones de tiempo tan severas costaría cientos de miles de dólares.
Para contrarrestar la opinión de que las versiones beta no cuentan, el equipo de Windows NT recurrió a la inflación de categorías. Todavía hay versiones beta, pero las versiones beta más avanzadas, cuando hay todavía tiempo (pero no mucho) de hacer cambios de perfeccionamiento, han pasado a ser versiones RC y, lo que antes eran versiones RC, ahora son versiones de custodia. Este término transmite con precisión el estado real de la versión: "Está acabada, y no vamos a tocarla a menos que se trate de un caso de emergencia".
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