Esta es una de las frases estereotipadas que se escuchaban en las películas de cowboys que se veían por televisión los sábados a la tarde en la década de los setenta (no es que lo recuerde sino que me lo contó mi abuelito). Hoy Microsoft ofrece 250 mil dólares para capturar a los responsables de Rustock un grupo de servidores que controlaba un millón de computadoras para el envío de spam.
Microsoft publicó un comunicado en su blog oficial en el que asegura que dará esa cantidad de dinero a quien facilite información que permita identificar y arrestar a los responsables de la red zombis, para que los culpables "rindan cuentas por sus acciones".
La red Rustock infectó alrededor de un millón de computadoras y consiguió la capacidad suficiente para enviar más de 30.000 millones de mensajes spam por día. Fue desactivada a mediados del mes de marzo de 2011.
Entiendo que una de las posibilidades para motivar a las personas para hacer cualquier cosa, incluido el dar indicios sobre quién o quienes hicieron determinada cosa, es ofrecer dinero; y lo acepto como algo propio de la sociedad en la que vivo desde que tengo memoria.
Lo que me preocupa es la aplicación de un mecanismo de estimulación- coerción tan primitivo a un problema que tiene muchas aristas, algunas de las cuales ni siquiera dejan huellas materiales. A lo que me estoy refiriendo es al hecho de que nos enfrentamos a situaciones donde las acciones fueron realizadas a través de computadoras, lo dificulta enormemente la comprobación fehaciente de la culpabilidad de las personas, debido a que es muy difícil comprobar el uso “físico” de una computadora por parte de un individuo sólo por medios técnicos y llegar a una conclusión de validez legal.
Tal vez a los culpables en lugar de quemarlos en una hoguera los ejecuten con microondas.
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