sábado, 17 de octubre de 2009

La triste historia de Clipo, el incomprendido asistente de Office

Todo el mundo le odia, pero pocos conocen su historia. Hablamos de Clipo (en inglés Clippit o Clippy), el famoso ayudante de Office con forma de clip, que Microsoft introdujo en Office 97, en un intento de humanizar y simplificar su sistema de ayuda.

Los orígenes de Clipo se remontan a 1995, cuando la compañía de Redmond lanzó uno de sus productos más desafortuados: Microsoft Bob, una aplicación que reemplazaba la interfaz de usuario de Windows 3.1 y Windows 95 por una, en teoría, más adecuada para los usuarios no técnicos; interfaz que la gente criticó enormemente, entre otras cosas, por ser demasiado infantil.

Al iniciar Microsoft Bob, que podía ejecutarse como un programa más, o configurarse para que se lanzara por defecto al iniciar Windows, este mostraba la imagen de una habitación con distintos objetos con los que el usuario podía interactuar. En la misma habitación se mostraba un asistente, precursor de Clipo, que nos ayudaba a realizar distintas tareas (por defecto “Rover”, el perro que podemos encontrar en la búsqueda de Windows XP).

Microsoft Bob fué tal fracaso que no se lanzó más de una versión. Sin embargo desde Microsoft, parece ser, siguieron fascinados con el concepto de los asistentes animados. Algunas malas lenguas aseguran que el que la entonces novia de Bill Gates y actual esposa, Melinda Gates (ver La familia de Bill Gates), fuera la responsable del proyecto, puede tener mucho que ver.

Sea como sea, dos años más tarde Microsoft volvía a las andadas, e incluía entre las numerosas novedades de Office 97 los llamados “ayudantes de Office”, basados primero en la tecnología de Microsoft Bob, y más tarde, a partir de Office 2000, en Microsoft Agent.

Clipo era el ayudante por defecto, y aparecía cada vez que, en su candidez, pensaba que podía ser de utilidad al usuario. Al ser el asistente por defecto, tuvo que soportar la mayoría de las críticas, aunque Office incluía otros ayudantes que el usuario podía instalar desde el CD o mediante archivos descargados de Internet, como el logotipo de Office, o una caricatura de William Shakespeare. Y las críticas a Clipo fueron bastante negativas, como sabemos, llegando a ser considerado por muchos como el peor software de la historia.

Sin embargo no es hasta Office XP, en 2002, cuando comienza su caída en desgracia, cuando Microsoft decide facilitar a los usuarios el desactivar los ayudantes. En Office 2003 los ayudantes de Office pasaron a estar desactivados por defecto, pero tendrían que pasar 10 años desde su nacimiento para que Microsoft decidiera eliminarlos totalmente, con Office 2007.

Lo más triste es que, según comentaba en su día Jensen Harris, uno de los responsables principales de Office, no hubo mucha gente que lamentara la muerte de Clipo, y los correos que les llegaban al respecto promulgaban más por la vuelta del dichoso perro, que la de nuestro pequeño amigo de metal.

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