viernes, 13 de agosto de 2010

El destino de las PCs de escritorio

Hace unos meses llevé mis perros al veterinario y noté un cambio importante en el consultorio de éste (más específicamente, en su escritorio): el espacio que antes ocupaba la PC ahora estaba lleno de instrumentos, medicamentos, folletos, recetarios y una diminuta netbook.

“¡Cómo se achicó la PC!”, le dije en broma al veterinario, y él me explicó las muchas razones de costo y de conveniencia por las que hizo el cambio de la voluminosa PC por la pequeña netbook. Además me hizo una breve comparación técnica entre las prestaciones de la netbook y las de su vieja PC, la cual –según me explicó– fue trasladada a su hogar “para que la empiecen a usar los chicos”. En comparación con la netbook, la pobre PC tiene muchas menos prestaciones, pero para la corta edad de sus nuevos dueños, resulta más que suficiente. Y a medida que vayan creciendo, se le irán actualizando componentes para que se vaya ajustando a las nuevas necesidades. 

Sin saberlo, el veterinario me ilustró con un ejemplo perfecto las tendencias del mercado de PCs. Las máquinas de escritorio están siendo reemplazadas por netbooks, pero sólo en aquellos lugares en los que ya no tenía sentido que estuvieran; por ejemplo, el escritorio de un veterinario. Donde sí tiene sentido que estén es en el hogar, volviéndose cada vez más poderosas y asumiendo el rol de centro de entretenimiento, ofreciendo juegos, música, películas e información útil para la educación y la familia. 

En otras palabras, las PCs de escritorio no están desapareciendo. Están asumiendo un papel distinto, quizás, y hasta más importante. Lo mismo dijo (obviamente, con más autoridad, con cifras que lo respaldan, etc.) Hernán Chapitel, country manager de Gigabyte para el Cono Sur. En el encuentro de resellers que hizo esta empresa hace un par de semanas en Buenos Aires, le pregunté si no planeaban diversificar sus negocios con otros productos además de motherboards. Y me contestó que no. Lo cual demuestra una gran confianza en el negocio de ensamblado de PCs. “No traten de competir por precio”, dijeron como cien veces los capos de Gigabyte a los medios y a los resellers. Y enfatizaron el hecho de diferenciarse por features, como USB 3.0, por ejemplo, aunque el producto final sea un poco más caro. 

Quién sabe, de aquí a unos años, es probable que el panorama cambie, pero por lo pronto, las PCs de escritorio (y, por ende, el negocio del ensamblado) tienen un lugar que las netbooks difícilmente puedan quitarle. Así que hay que apuntar a construir PCs potentes en lugar de equipos baratos, y tratar de convencer a los veterinarios (al igual que a cualquier otro usuario) para que actualicen las máquinas que antes ocupaban espacio en sus consultorios, convirtiéndolas en verdaderos centros de entretenimiento para toda la familia.

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