Las empresas que se apuren a actualizar sus computadoras desde Windows XP y Windows 2000 a Windows 7 podrían sufrir un crecimiento en sus presupuestos de sistemas entre 2011 y 2012, según lo que opina la firma de análisis de mercado Gartner Group. El aumento del presupuesto podría ubicarse entre 20% y 60%.
“Los departamentos de IT corporativos normalmente prefieren migrar los sistemas operativos de sus PCs en base al desgaste del hardware, lo que significa incorporar el nuevo sistema operativo a medida que se reemplaza el hardware a través de un ciclo normal de reemplazo”, dijo el vicepresidente de Gartner, Charles Smulders. “Microsoft dará soporte a Windows XP por cuatro años más. Dado que la mayoría de las migraciones no comenzarán sino hasta el cuarto trimestre de 2010 como mínimo, y los ciclos de reemplazo de hardware comúnmente duran de cuatro a cinco años, la mayoría de las organización no podrá migrar a Windows 7 a través de la renovación usual de hardware antes de que concluya el soporte para Windows XP”.
Pero el problema –según Gartner– es que aquellos gerentes de tecnología que decidan actualizar sus sistemas operativos Windows en un plazo muy cercano, impondrán cargas presupuestarias y de recursos a sus compañías.
Parte de las razones por las que las corporaciones pueden ver los presupuestos agrandarse es por el hecho de que la demanda de técnicos expertos en Windows 7 superará a la oferta, aumentando en consecuencia las tarifas de aquellos que estén en condiciones de hacer el trabajo.
El apuro de los CTOs por actualizar a Windows 7 contrasta fuertemente con la lenta aceptación del anterior sistema operativo de Microsoft, Windows Vista. Esto podría también explicar la sensación de urgencia que experimentan las corporaciones por renovar sus parques informáticos.
Gartner explica que las organizaciones que quieran migrar rápidamente a Windows 7 durante 2011 y 2012 tienen varias opciones, cada una de las cuales impone costos adicionales que inevitablemente afectarán los presupuestos de IT de las compañías.
Según Gartner, si una empresa con 10.000 computadoras decide comprar nuevas PCs con la actualización del sistema operativo incluida, sus costos de capital pueden representar un 60 por ciento del costo total de reemplazo, suponiendo que cada PC cueste entre U$S 1.205 y U$S 1.999. “Mantener las PCs existentes reducirá los costos de capital de la migración, pero no reducirá los costos laborales de la misma”, observan los analistas.
La actualización del sistema operativo únicamente también impone un sobrecosto. “Asumiendo la misma situación anterior, en un entorno de 10.000 PCs en el que todas las PCs se actualizan, el costo de migración por PC puede situarse entre U$S 1.274 y U$S 2.069, dependiendo en qué tan bien administrado esté el entorno de PCs. Esto asume que el 25 por ciento de las máquinas requerirán una actualización de hardware para correr el sistema operativo. Aunque los costos de capital se reduzcan en este caso, actualizar una PC instalada simplemente pospone por dos o tres años el inevitable reemplazo. Los usuarios deberán sufrir dos migraciones en vez de una en un período de cuatro años”.
En cualquier caso, las empresas que se apuren a instalar Windows 7 en sus oficinas pueden esperar un aumento de los presupuestos de entre 20 y 60 por ciento durante 2011 y 2012.
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