¿No lo era? No exactamente, porque aunque la mayoría de distribuciones Linux se consideraban compatibles con la definición de Open Source -salvo por la inclusión de algunos paquetes binarios si el usuario así lo aceptaba-, resulta que no era así. Lo explican en ComputerWorld en el blog de Tom ‘Spot’ Callaway, que ha sido el principal responsable de lograr que la implementación de Sun RPC fuera liberada para poder usar su código en otros proyectos de forma totalmente libre.
La licencia que Sun aplicó en 1984 era lógica para aquel proyecto y en aquella época, que luego se derivó a distintos componentes del sistema operativo Linux como la famosa librería glibc, uno de los pilares de cualquier distribución.
El problema es que esa licencia no era libre, y establecía ciertos límites a su distribución. En Debian ya conocían el problema desde 2002 -como demuestra este mensaje- y en Fedora también estaban al tanto desde aproximadamente el año 2005.
A pesar de que la mayoría de las distribuciones de Linux se consideraban compatibles con la definición de Open Source, salvo cuando se han incluido algunos paquetes binarios si el usuario así lo aceptaba, resulta que no era así. La utilización del código de Sun RPC (Remote Procedure Call) en distintos componentes de distribuciones de Linux, se encontraba sujeta a la aceptación de la licencia que ha impuesto Sun a dicho componente, que hasta hace algunos días no ha sido relicenciado, para poder convertirse en un proyecto Open Source.
Para tratar de solucionar el problema había tres caminos:
1. Retirar el código no libre: lo que implicaría no dar soporte a NFS, sobre todo
2. Sustituir el código no libre: el problema es que la implementación de Sun RPC era la implementación estándar de RPC en los sistemas *nix, y aunque había otras, cambiar a ellas hubiera sido muy problemático.
3. Tratar de conseguir que se re-licenciara el código, y mantenerlo hasta que eso pasara.
Tanto Debian como Fedora eligieron la opción número tres, pero varias personas (entre ellas el propio Tom Callaway) se encargaron de tratar de hacer que efectivamente se cambiara la licencia. Simon Phipps, un empleado de Sun, trató de resolver el problema y de hecho en marzo de 2009 Sun permitió a Red Hat relicenciar los ficheros que se necesitaban.
Sin embargo, había aún problemas en algunos componentes de Fedora, y sobre todo con glibc, que seguía sin estar relicenciado. La cosa se puso fea cuando Sun fue comprada por Oracle, pero Callaway se puso en contacto con Wim Coekaerts, de Oracle America, y dio permiso para que el resto de ficheros que se conocía que estaban usando Sun RPC fueran relicenciados bajo la cláusula 3 de la licencia BSD.
¿Qué significa esto? Pues que al fin se puede decir que todos los componentes de las distribuciones Linux hacen uso de licencias de Software Libre. Así que salvo por el hecho de que algunas dan la opción de elegir paquetes propietarios, GNU/Linux ahora es más libre que nunca.
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