La semana pasada, Google anunció que las próximas versiones de su navegador Chrome no ofrecerán soporte para el códec H.264. En su lugar se decantarán por opciones de código abierto, como WebM (VP8) y Theora. Los blogs de los analistas se encargaron de difundir la noticia, y rotularon en hecho como la primera batalla en la guerra de los formatos de video.
Uno de estos blog fue el de Jason Perlow, quien desde Tech Broiler (uno de los blogs de ZDNet) ironizaba: “Ah, el aroma del fervor religioso en la mañana. ¿Pueden olerlo? Este aroma a llamas de guerra. Huele a… ¡GUERRA DE FORMATOS!” En su post, el analista arriesga una hipótesis: la cuestión con Google no es religiosa, sino que está relacionada con la infraestructura y sus costos. “¿Cuál es uno de loa más grandes centros de costos en Google en términos de infraestructura? Próximo a su negocio de bísquedas, es YouTube. El alejamiento del H.264 y hacia los formatos abiertos como VP8 y Theora es simplemente un canario en una mina de carbón. La decisión religiosa acerca de qué formato eventualmente elegirán es una bomba de humo, una discusión lateral que desmerece el tema real. Se trata de Google arribando a la conclusión que soportar toda clase de formatos de video en YouTube requiere una gran cantidad de infraestructura, que cuesta un mucho dinero. Mi suposición es que la decisión de eliminar H.264 no sólo aplica al navegador Chrome para PC, y dispositivos de Mac y Android, sino al encoding de contenido almacenado en las redes de área de almacenamiento (SANs) de YouTube”.
Más recientemente, en The Chromium Blog, el product manager de la compañía, Mike Jazayeri, trató de llevar tranquilidad al público: “El anuncio de esta semana se refería únicamente al tag HTML |
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