martes, 22 de marzo de 2011

El terremoto de Japón, un desastre humano y para la IT

El mayor terremoto de los últimos 140 años y el tsunami posterior han acabado con carreteras, aeropuertos y otras infraestructuras, al tiempo que han dañado el tejido industrial del Japón. Este país, la tercera economía del mundo tras Estados Unidos y China, es uno de los principales motores de algunas industrias, en especial la tecnológica. Varias grandes del sector de nacionalidad nipona se han visto afectadas por la tragedia. Y, aunque en este momento lo más importante son las pérdidas humanas, cabe preguntarse también qué consecuencias habrá para el mercado mundial de informática y comunicaciones.

En las próximas semanas, las grandes tecnológicas globales enfrentarán costos más altos para conseguir componentes y una posible escasez de productos. Partes esenciales como chips de memoria y pantallas de cristal líquido se utilizan en electrónicos de consumo como los teléfonos inteligentes y los televisores. Una interrupción en los envíos de Japón puede perjudicar seriamente a estas compañías. Japón aporta el 40% de los componentes electrónicos en todo el mundo.

Los efectos del terremoto en Japón son innumerables y están influyendo y mucho en la industria tecnológica. Así lo estima iSupply, cuyas predicciones apuntan que los mercados de equipamiento de electrónica de consumo, memorias y pantallas LCD serán los más perjudicados.

En 2010, Japón produjo equipamiento electrónico, incluidos PC, dispositivos de electrónica de consumo y sistemas de comunicaciones, por valor de 216.600 millones de dólares, cifra que da buena cuenta de cómo el terremoto puede afectar a este mercado. Además, según la consultora iSupply, los proveedores japoneses acapararon más del 20 por ciento de la producción global de semiconductores en 2010, y, si bien, no toda la producción está localizada en Japón, un buen porcentaje se fabrica en instalaciones niponas.

El mayor impacto sobre la producción de semiconductores de Japón no es tanto el daño directo que el terremoto ha causado en las fábricas, como en la interrupción de la cadena de suministro. En este sentido, los fabricantes tendrán dificultades para obtener materias primas y para llevar a cabo la distribución y envío de sus productos. Esto puede causar algunos trastornos en el suministro de semiconductores desde Japón durante las próximas dos semanas, apunta iSuppli. De momento, la fabricación de memoria DRAM, en la que Japón acumula el 10 por ciento del suministro mundial, no se ha visto afectada, según las estimaciones de la consultora.

En cuanto al mercado de pantallas LCD, Japón acumula el 6,2 por ciento de la producción de paneles a partir de 10 pulgadas y el 14 por ciento de las pantallas de televisión LCD, y aloja algunas de las fábricas más avanzadas, entre ellas la del fabricante Sharp. ISupply señala que, según sus fuentes, las instalaciones de Sharp no se han visto directamente afectadas por el terremoto, dada su ubicación remota, y sólo una gran fábrica de LCD puede estar en la zona del impacto periférico del sismo.

Empresa por empresa

Varios fabricantes del sector tecnológico, incluyendo Sony, Panasonic y Fujitsu, han cerrado sus plantas para evaluar los daños sufridos y planear cómo lidiar con los cortes de suministro eléctrico que podrían prolongarse varias semanas.

Panasonic ha lanzado un comunicado haciendo balance del impacto del terremoto y del tsunami: la compañía cuenta con dos factorías en Fukushima y Sendai, dos de las zonas que tristemente más se repiten en los titulares de los últimos días. Según éste, aunque sus fábricas no han sido afectadas con gravedad por incendios o daños, la producción está suspendida. Por el momento la compañía asegura que el impacto sobre sus resultados fiscales es “incierto”, aunque ya ha avanzado a sus accionistas que anunciará cualquier detalle importante en cuanto tenga esa información.

Toshiba, por su parte, ha anunciado que se pone a disposición de TEPCO, la compañía responsable del suministro eléctrico de Tokio, para ayudar a que la ciudad no se quede desabastecida de electricidad. Por ello, la compañía ha cerrado oficinas – salvo unos servicios mínimos – en aquellas zonas que podrían verse afectadas por apagones.

Fujitsu es otra de las firmas que también se han puesto al servicio de la sociedad: ha anunciado ya que donará 100 millones de yenes para paliar los efectos del terremoto y ha puesto su know how tecnológico a disposición para recuperar servicios elementales como la atención médica o el servicio eléctrico.

Por su parte, Canon está estudiando los daños sufridos en sus fábricas. Quince de sus trabajadores en Utsunomiya resultaron heridos durante el terremoto y a día de hoy están suspendidas las operaciones en todas sus fábricas del norte del país, la zona más afectada por el terremoto. Sus factorías en el oeste no están afectadas por el temblor y la compañía ya ha anunciado que utilizará alternativas a sus dañadas fábricas del norte para recuperar la producción.

Sony, por su parte, ha suspendido operaciones en ocho fábricas.

Podrán escasear los semiconductores

Debido a que Japón produce más del 40% de los chips de memoria flash en todo el mundo, y el 15% del tipo DRAM, el terremoto de 8,9 grados que sacudió el país podría afectar gravemente al suministro mundial de semiconductores.

Según Jim Handy, analista de la firma de investigación de semiconductores Objective Analysis, no habría una gran caída en la producción de chips si subiese el precio drásticamente, aunque advierte que a corto plazo podría sufrirse escasez de unidades y producirse una subida importante de los precios. Otros terremotos de menor magnitud, como el de 5,9 en 2008 y los dos terremotos de 6,0 y 6,8 en 2007, ya plantearon preocupaciones similares acerca de la industria de los semiconductores.

Mike Howard, analista de iSupply, asegura que, según sus contactos en Japón, la producción de las plantas de Micron, Toshiba y Elpida Memory se encuentran lo suficientemente lejos del epicentro del terremoto como para evitar cualquier tipo de daño, situándose todos ellos en la parte sur y oeste de Japón. Aunque no han sido afectadas estas instalaciones directamente, Howard argumenta que sí podría haber un impacto en la producción de semiconductores debido a una posible interrupción en la cadena de suministro. "Los proveedores son propensos a tener dificultades para obtener materias primas y seguramente vayan a encontrarse problemas con el envío de productos hacia el exterior," aseguró.

Por otro lado, Objective Analysis argumenta que la demanda de semiconductores se va a ver afectada, ya estén las fábricas cerradas o no, porque muchos fabricantes de productos electrónicos en Japón, entre ellos los de semiconductores, van a parar de producir hasta que el daño del terremoto sea reparado. Por ejemplo, Nikon, que cuenta con instalaciones cerca del epicentro, también ha tenido que hacer lo mismo.

Sin embargo, en muchos sentidos, la industria de semiconductores de Japón está mucho más preparada para desastres de esta magnitud que las instalaciones que hay en otros países asiáticos. No sólo porque Japón dispone de unos códigos de construcción más estrictos, también porque sus plantas de fabricación se encuentran repartidas por todo el país. Por ejemplo, en Corea y Taiwán, otros de los dos productores de semiconductores más importantes, las instalaciones se agrupan.

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